El pasado 15 de octubre la Asociación EUCRANTE presentó en el Campus de Gandía de la UPV el proyecto “EL MONSTRUO MARINO O LA PESADILLA DE NUESTRA BASURA”, como una de las Propuestas de Acción Cultural del Área de Acción Cultural del Vicerrectorado de Alumnado, Cultura y Deporte de la UPV. Dicha actividad tiene como objetivo concienciar a la sociedad sobre la problemática de la basura que generamos y conmemora la celebración del Día Marítimo Europeo, estando incluida en las actividades de la Comisión Europea.
Se necesita concienciar e implicar al conjunto de la sociedad en el reto de reducir los residuos marinos, ya que el 80% de los desechos marinos llegan al mar desde tierra y sólo el 20% son residuos de actividades realizadas en el medio marino.
Durante esta jornada presentamos nuestra escultura, un calamar gigante (Architeuthis dux) construido con basura extraída del mar. Desde el mes de diciembre, la Cofradía Pescadores de Gandía, que forma parte de un proyecto de recogida de residuos marinos, nos cedió los residuos recuperados mediante pesca de arrastre y de trasmallo para poder llevar a cabo esta escultura. Es aquí donde empieza nuestro trabajo y el de numerosos voluntarios que han sido clave para alcanzar nuestro objetivo. Durante cuatro meses, debido al parón por el confinamiento, recibimos siete contenedores de basura marina, alcanzando un total de 383.5 kg. Dicha basura fue separada por tipos de materiales entre las que encontramos: plástico, vidrio, textil, artes de pesca, latas y otros, para componer las diferentes partes del calamar gigante.
Porcentajes por categorías de los 383.5 kg de residuos marinos obtenidos durante cuatro meses de recogida por las embarcaciones colaboradoras de la Cofradía de Pescadores de Gandía. A pesar de su menor densidad, el plástico representa el 29% del peso total, siendo el segundo material más abundante en cuanto a masa.
El plástico, el vidrio, las latas y el metal representan el 71% del total de los residuos marinos que han llegado a nuestras manos. A pesar de su menor porcentaje en peso respecto del vidrio, el plástico representa el 65.7% del volumen total.
Una vez clasificada se procede a limpiar esa basura con el objetivo de que sea manejable a la hora de construir la escultura, proporcionando un resultado final que tenga las características adecuadas para ser expuesto al público. La siguiente tarea es la propia construcción del calamar, en primer lugar soldando un armazón de hierro sobre el que se va a depositar los restos obtenidos del mar, y en segundo lugar forrando ese armazón con todos los materiales ya preparados. Se ha tratado de reducir al máximo el uso de material externo, y tristemente, ha sido fácil, pues entre toda la basura encontrábamos abundantes sedales, redes y telas que han actuado como sujeciones para un sinfín de piezas de plástico y vidrio. Es en este paso cuando todos los miembros de EUCRANTE y el abundante grupo de voluntarios que ha colaborado han sacado todo el arte que llevan dentro para obtener un resultado final que mezcla lo majestuoso con lo terrorífico. Nuestro monstruo mide 9.5 metros de largo y 3.2 metros de alto, un calamar gigante real puede llegar a medir hasta 22 metros de longitud.
Foto del calamar gigante en el Ágora del Campus de Gandía – UPV.
La elección del diseño de la escultura no es trivial. En un primer momento puede pensarse que lo de monstruo marino viene dado por el aspecto viscoso y siniestro de los cefalópodos, sin embargo, no es esa nuestra intención. El lado monstruoso de nuestra escultura no viene por el aspecto tan diferente y, hasta cierto punto, alienígena que tienen estas criaturas, si no por el material que lo constituye. Es la basura la que obstruye el estómago de los cachalotes cuando intentan alimentarse de calamares gigantes, la que se fragmenta en microplásticos y se introduce en la cadena trófica y la que sirve como vehículo para especies invasoras colonizadoras. La basura, compuesta en su gran parte por plástico, que flota libre por nuestros océanos, es el monstruo al que hay que temer, y no los Architeuthis reales que vagan libres por las profundidades marinas.
El cachalote (Physeter macrocephalus) es el principal depredador del calamar gigante.
Además, el diseño del armazón recubierto de basura ha sido diseñado por una integrante del Equipo de EUCRANTE, Gisell Holguin, titulada en diseño industrial. El esqueleto es de hierro en su gran mayoría a excepción de dos planchas de madera que permiten unir el manto con las patas y los tentáculos. Cada pata está estructurada con dos barillas de hierro paralelas y al cuerpo le dan forma 6 barillas de hierro más.
Estructura interna de uno de los tentáculos. Sujetándola: Gisell Holguin.
Durante la celebración del día marítimo europeo no estuvimos solos. Nos acompañaron nuestros compañeros de Plástic Preciós La Safor. Una de las formas de evitar que la basura que generamos termine en el mar es realizando un buen tratamiento de ella. Por eso resulta tan interesante la labor que realizan Pàstic Preciós, siguiendo una serie de procesos llegan a dar otra vida al plástico. En su página web podéis ver los productos que crean 100% a partir de plástico reciclado por ellos mismos. Durante el evento estuvieron explicando cómo lo hacen e incluso produjeron algunos llaveros in situ.
El stand de Plàstic Preciós en el evento del Monstruo Marino o La Pesadilla de Nuestra Basura.
Si quieres visitarla, la escultura estará en el ágora del Campus de Gandía, por lo menos hasta el día 29 de octubre.
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